En este blog se publicarán poemas de poetas consagrados, poemas de la autora y de otros poetas contemporáneos, información sobre actividades artísticas:cine, pintura, música, y artículos sobre la creación desde un enfoque psicoanalítico.
Hola a todos: Las poetas Carmen Salamanca y Alejandra Menassa dan un recital de poesía de entrada gratuita en el Rincón del arte nuevo: C/ Segovia n. 17, el sábado 3 de Octubre de 2009.A las 20.30 h
Os dejo con unos versos de las poetas:
LAS ENTRAÑAS DEL TIEMPO (fragmento)
...Caminaba entre tinieblas atraída inexplicablemente por el rítmico sonido de tus pasos desafiando la pereza de la tierra
Tus ojos palpaban la realidad cada mañana, calibraban aristas, restaban centrímetros al silencio, suprimían decimales al dolor...
Carmen Salamanca
ODA A LA POESÍA (fragmento)
...Poesía. Te arrastras por el barro con el soldado, te me vuelas de noche con los trapecistas gozas en la cama de las meretrices, acompañas insomne las noches de trabajo del galeno, te pierdes en la luz insistente de la fábrica, en la luz tenue de los teatros, en la luz cefálica de las minas. Haces girar el mundo con tu ritmo...
EL DÍA SÁBADO 26 DE SEPTIEMBRE a las 19.30 h, SE PRESENTA LA ANTOLOGÍA UNIVERSOS DIVERSOS EN LA QUE TENGO 5 POEMAS PUBLICADOS, TAMBIÉN PUBLICAN COMPAÑERAS DE LOS TALLERES GRUPO CERO DE POESÍA: MAGDALENA SALAMANCA, MÓNICA LÓPEZ, PAULA MALUGANI, Y ASÍ HASTA COMPLETAR 22 POETAS, ENTRE ELLOS, EL RESPONSABLE DE LA PUBLICACIÓN Y AMIGO POETA: ALONSO DE MOLINA. RECITARÁN 14 DE LOS AUTORES. LOS QUE NO ESTÉIS EN MADRID, PODRÉIS VERLO POR: www.grupocero.tv o por www.helloworld.com/grupocero. A LOS QUE VENGÁIS ES EN C. DUQUE DE OSUNA 4 (LOCALES) 28015 MADRID
Lo había visto tantas veces que hacía parte desde hace tiempo de mi paisaje cotidiano. El tren de las siete nos acercaba cada mañana a la hora donde se mezclan aun los sueños y la realidad.Me había gustado desde el primer día su negra mirada de tragedia griega.Día tras día aprendí a conocerlo mejor o no serán acaso mis fantasías que le iban adornando con una vida que poco tenía que ver con la realidad.Le revestía con un trágico destino y entonces, yo era la única capaz de sacarlo de su melancolía. Nunca sonreía, como si la tristeza hubiera invadido para siempre su cara y su alma. Él no parecía notar mi mirada ni nada de lo que le rodeaba sin embargo parecía que secretas cadenas nos unían desde siempre.Antes de que todo ocurriese, sólo un día, mientras yo leía por décima vez la carta que temblaba entre mis manos, sentí sobre mí la densidad de su mirada. A pesar del espacio que nos separaba me sentí de repente arropada por esa mirada que tan sólo imaginaba. Levanté lentamente, muy lentamente la mirada por miedo a que todo fuese mentira. Pero ahí estaban los dos ojos negros, clavados en mis ojos. Tres largos años con casi todas sus mañanas ¡y por primera vez, me miraba!. Fueron tres segundos, tres segundos de fuego sobre mi vida. Me miraba atento, serio, sin parpadear como si de mí supiera todo, como si sostuviera mi vida en su mirada.Me estremecí de proa a popa. En esa mirada me hice suya.Pasaron largas semanas hasta el día de la huelga. Y cada día, cada día buscaba en vano su mirada. Pero aquella mañana, con el desorden reinante en la estación por la escasez de trenes, todo era un caos. Conseguí a duras penas entrar en el vagón. Nervios, empujones y por fin el tren en marcha. Miré alrededor mío, tanto como me lo permitía la gente amontonada en ese vagón de metro de lunes por la mañana. El día había comenzado atravesado y mi secreto amor, por primera vez, no estaba. Me hundí en el ronroneo de las ruedas, para dormitar un momento de pie sin esperar nada de ese día que tal mal empezaba. Sueño o realidad. Primero dudé. Un calor rozaba mis nalgas con infinita suavidad. Cerré los ojos para centrar todo mi ser en esa felicidad. Lo sabía. En mi nuca, su mirada. Me entregué en grandes oleadas de alegría. Ahora todo su cuerpo se moldeaba al mío, como una ola a otra ola. Dos manos firmes rodearon mis muslos mientras entre mis nalgas sentía el calor contundente y firme de su virilidad. Creí desmayarme, mas sus dos brazos me enlazaron con fuerza y me dejé ir a la deriva, feliz, traspuesta…El día siguiente, él estaba donde siempre. Alcé lentamente mis parpados hasta los negros ojos. Los clavó firmemente en mis ojos. Yo juraría que sonreían….
El curso se impartirá los miércoles y viernes del 2 al 16 de Sep, a las 20.30 h, en la sede de la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero. C. Duque de Osuna 4 (frente a Plaza España) Será impartido por la Dra. Pilar Rojas y la Dra. Alejandra Menassa, médicos y psicoanalistas. El precio del curso es de 50 €, o 10 € por clase.
Se trata, a través de estas cinco clases de esbozar las distintas entidades que cursan con enfermedades corporales. ¿Es lo mismo una úlcera, por ejemplo, que una parálisis facial? ¿Es lo mismo una enfermedad psicosomática que una somatización? ¿Están sustentadas por la misma estructura psíquica?
Vamos a aproximarnos a la Medicina Psicosomática y en esta aproximación lo primero que vamos a tratar de definir es el término psicosomática, ¿De qué estamos hablando cuando decimos enfermedad psicosomática? Y en el camino vamos a ir viendo las estructuras psíquicas que pueden producir enfermedades corporales.
En los grandes textos de Medicina Interna, por ejemplo el Harrison no figura la palabra "psicosomático". Si buscamos en uno de los mejores diccionarios médicos cuyo autor es Dorland encontramos: Psicosomático, ver somatopsíquico y en "Somatopsíquico" nos dice: Denota una alteración psíquica que causa síntomas mentales. Lo tenemos que leer como un fallido, un lapsus por el cual "mentales" ha venido a sustituir a "orgánicos".
Si preguntamos por el término a médicos no estudiosos de la teoría psicoanalítica, lo más habitual es que balbuceen una respuesta a la que les cuesta llegar, y cuando llegan dicen: "Cada uno vive la enfermedad de una manera distinta", se remiten, al igual que el diccionario, al término somatopsíquico, dicen que es primero la enfermedad orgánica, y el grado de fastidio con que el paciente vive la enfermedad, es el lugar que le dan a lo psíquico.
El término psicosomático, según lo define la medicina, como todo aquél proceso psíquico que tiene influencia en lo somático, es muy impreciso, ¿ruborizarse no es acaso un hecho psíquico que produce un cambio somático visible, aunque transitorio?
Por otra parte, Freud nos trae, en uno de sus primeros casos clínicos, a una paciente que presentaba una intensa neuralgia facial (un dolor en la hemicara). Durante el desarrollo del análisis, nos cuenta que fueron pronunciadas contra ella unas palabras que le dolieron "como una bofetada", desde entonces, había comenzado aquel dolor que la atormentaba.
Aunque tanto el fenómeno del rubor al que antes aludíamos, como este caso de histeria, son la marca de una frase en el cuerpo: nos ruborizamos ante una frase y la paciente tiene un dolor en relación a la frase “como una bofetada”, ninguno de los dos corresponden al término psicosomático. El primero no es un fenómeno patológico, sino que es fisiológico, no constituye una enfermedad, y el otro es un caso de histeria, una somatización, como vamos a ir viendo. Ambos producen cambios corporales.