sábado, 11 de febrero de 2012

LA POESÍA ME LLAMA PERO HOY NO IRÉ.


Con torrencial vehemencia de gotas insistentes haciendo la tormenta de mis días
borrando con su rastro de pies de río las huellas caminadas,
la isla de lo vivido surge con un nuevo nacimiento del mar de la palabra.
Con premura de ayer e insistencia de siempre, terca como la mula de Balaam,
Ella llama las huestes de poetas que me habitan, reúne mis ejércitos, toca diana sin fin,
para que la distancia con la letra se aminore y se anegue con el verbo la solitaria estancia,]
para intimar al punto de ser uno con las palabras tristes y con las palabras alegres
para tener un destino fulgurante, una tumba de marfil, una jaula de oro.

Ella, la que me llama como el hijo en la noche a una madre ausente,
como el sediento que clama en el desierto el desembarco de las nubes,
Ella que me llama para pedirme el imposible del poema, y yo que la desoigo,
con insolente desobediencia de muchacha, yo que le tiro piedras para ahuyentarla,
Que me visto de harapos y me embarro la cara para esconderme detrás de la miseria,
pero nada, su grito puede más que mi caprichosa insistencia en burlarla,
por eso, sólo puedo decirle: espérame, mañana, hoy no iré, hoy me duelen las palabras.

Alejandra Menassa


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2 comentarios:

El Drac dijo...

Qué bella forma poética de decir que no

Alejandra Menassa dijo...

Gracias, Drac. Siempre agradecida a tus palabras para mi poesía