Será impartido por la Dra. Pilar Rojas y la Dra. Alejandra Menassa, médicos y psicoanalistas.
El precio del curso es de 50 €, o 10 € por clase.
Se trata, a través de estas cinco clases de esbozar las distintas entidades que cursan con enfermedades corporales. ¿Es lo mismo una úlcera, por ejemplo, que una parálisis facial? ¿Es lo mismo una enfermedad psicosomática que una somatización? ¿Están sustentadas por la misma estructura psíquica?
Vamos a aproximarnos a
En los grandes textos de Medicina Interna, por ejemplo el Harrison no figura la palabra "psicosomático". Si buscamos en uno de los mejores diccionarios médicos cuyo autor es Dorland encontramos: Psicosomático, ver somatopsíquico y en "Somatopsíquico" nos dice: Denota una alteración psíquica que causa síntomas mentales. Lo tenemos que leer como un fallido, un lapsus por el cual "mentales" ha venido a sustituir a "orgánicos".
Si preguntamos por el término a médicos no estudiosos de la teoría psicoanalítica, lo más habitual es que balbuceen una respuesta a la que les cuesta llegar, y cuando llegan dicen: "Cada uno vive la enfermedad de una manera distinta", se remiten, al igual que el diccionario, al término somatopsíquico, dicen que es primero la enfermedad orgánica, y el grado de fastidio con que el paciente vive la enfermedad, es el lugar que le dan a lo psíquico.
El término psicosomático, según lo define la medicina, como todo aquél proceso psíquico que tiene influencia en lo somático, es muy impreciso, ¿ruborizarse no es acaso un hecho psíquico que produce un cambio somático visible, aunque transitorio?
Por otra parte, Freud nos trae, en uno de sus primeros casos clínicos, a una paciente que presentaba una intensa neuralgia facial (un dolor en la hemicara). Durante el desarrollo del análisis, nos cuenta que fueron pronunciadas contra ella unas palabras que le dolieron "como una bofetada", desde entonces, había comenzado aquel dolor que la atormentaba.
Aunque tanto el fenómeno del rubor al que antes aludíamos, como este caso de histeria, son la marca de una frase en el cuerpo: nos ruborizamos ante una frase y la paciente tiene un dolor en relación a la frase “como una bofetada”, ninguno de los dos corresponden al término psicosomático. El primero no es un fenómeno patológico, sino que es fisiológico, no constituye una enfermedad, y el otro es un caso de histeria, una somatización, como vamos a ir viendo. Ambos producen cambios corporales.
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